...Mediante ecos mentales tuyos toman forma los elementos impresos inertes y ocultos de este macizo, presente ante tus sentidos. Tu le das vida, es parte de ti. No busques mirar alrededor para esquivar lo que junto a mi vas creando, siente mi voz a lo lejos, pero no te das cuenta que estoy aún más cerca de lo que tu crees.
Sí, estoy en lo más interno de tu ser, lo estuve y lo seguiré estando a lo largo de esto que estamos creando. ¿No me conoces?
Puedo sentir que muchas interrogantes te planteas a lo largo que vamos erigiendo este
sendero, siento que te domina tu curiosidad por saber, puedo intuir que preguntas ¿quién soy? yo respondo que no soy una voz solamente, poseo de un cuerpo que fuera de toda clasificación estética es armonioso, puedo experimentar en mundos que son para ti opuestos, empero yo te digo que son enriquecedoramente complementarios el uno y el otro.
Trato de ser tu amiga cada vez que golpeo las puertas de tu espíritu, más tu me las cierras con evidente ímpetu, significante estruendo ocasiona dicha clausura que es digna de ser
interpretada como el más cruel de los rechazos, me apartas de ti sobre todo cuando te
enturbia la espesa niebla del odio, la culpa, la envidia, el rencor, todas fieles quimeras de su concerniente señor, él que es respetado por ti sin tu mas llana consideración, sé que no lo conoces, pero yo en mi objetivo de querer ser reconocida por ti, te entrego el nombre de aquel rey que gobierna sobre tu ser, aquel que disfruta de tu alborotado vivir en dicho velo gris, él se llama ESPEJISMO EXPERIENCIAL. El se encarga de que tú te esmeres en ocultarme de todas tus creaciones, de privarme de ellas como aquel animal que supera a otro en fuerza salvaje y despiadada.
Sólo yo quiero que tú me aceptes y desenvaines junto a mí tu poderosa espada, esa que lleva el nombre de REFLEXIÓN. Ahora resta revelar mi identidad, yo soy tu CONCIENCIA y seré tu fiel guía en las duras batalla que te libren los emisarios del espejismo experiencial, solo recuerda que las quimeras pueden domarse, y dependen de ti que sean aliadas o enemigas de tu ser.
¡No sueltes mi mano! … y siente cómo permaneceremos inseparables, quizás hasta en el enigma de un eventual ocaso…
Autor: El Hechicero y su Sombra
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